Entre los motivos más importantes de tribulación que tienen las personas se encuentra el poderoso "temor a perder".
Este es un factor recurrente como causa de parálisis para enfrentar tanto las oportunidades como las adversidades que presenta la vida. No son pocas las personas que tienen una existencia limitada y mediocre solamente por el miedo que les representa hacer cualquier cosa que involucre riesgo de perder algo. Estos seres acuden a un equivocado sentido de la seguridad y se refugian en la inacción y en un sentido tan conservador de la vida que incluso atenta contra la dinámica natural de las cosas. Y por supuesto nada positivo emerge de enfrentarse a la naturaleza de las cosas: porque la vida es en esencia cambio dinámico, transformación, lucha. Entender que las cosas pueden ser de otra manera por efecto de nuestros temores es absurdo. El miedo, en realidad, cuando constituye huésped permanente de nuestro carácter origina una espiral interminable de zozobra, ausencia de paz y fracaso.